Las actividades llevadas a cabo por el sector primario dan lugar a un impacto, no siempre positivo, en el medio ambiente. Cuando una actividad humana estropea de alguna manera el medio natural, hablamos de impacto medioambiental. A pesar de que lo producimos las personas, en busca de productos o cualquier otra cosa, las peores consecuencias las pagaremos a corto o largo plazo, y es que “el mundo se va de nuestras manos”.
Las principales consecuencias medioambientales de las actividades primarias son tres.
La primera es la deforestación, o lo que conocemos como la eliminación de los bosques. Es producida por las roturaciones de nuevas tierras, las talas sin control de los árboles (principalmente destinados a la industria del mueble) y los incendios forestales, que en una gran mayoría son causados por pirómanos que no piensan en que se agota nuestro oxígeno.
Otra de las consecuencias es la destrucción de los suelos, a causa de la casi inexistencia de nutrientes para que florezca una mínima vegetación. Esto es causado por muchos motivos, como la excesiva utilización de abonos químicos, pesticidas y plaguicidas. De aquí, ha surgido el alimento ecológico, que aunque en el mercado esté más caro, contribuye, de alguna manera, a que la tierra esté sana al usar abonos naturales.
La última es la desertización, el más duro de nuestros problemas. Sucede tras la desaparición de los bosques y la degradación de los suelos. Decimos que es el más duro de nuestros problemas porque la sociedad, en la actualidad, no se enfrenta a ningún problema medioambiental más grave que éste. Algunas de las zonas que más riesgo corren de desertización son Sudamérica, EEUU, el sur de Europa, Asia Central, África y Australia. Y es que el desierto se nos viene encima.
En los mares y océanos hay un grave deterioro, producido por la contaminación de las aguas que generan los vertidos tóxicos de los barcos, las ciudades y las industrias. Este deterioro es más importante en las costas y en las zonas que atraviesan las grandes rutas transoceánicas del transporte de petróleo. Como ejemplo tenemos el terrible suceso de hace varios días en Corea y el Chapapote en Galicia hace varios años. Este aumento de contaminación y toxicidad de las aguas hace que disminuya el plancton, lo que repercute en el número y variedad de las especies marinas. Además, en los caladeros existe una sobreexplotación, por lo que el número de peces disminuye, pues los pescadores no piensan en dejar a las crías en el mar creciendo a pesar de que están protegidos por la ley, sin importarles que en algunos caladeros se controle la captura, y que algunas especies prácticamente han desaparecido de nuestros mares.
En mi opinión, deberíamos tomar conciencia, y despertar de una vez de ese mundo en el que vivimos y no dejamos vivir, y que poco a poco iremos pagando con creces sus consecuencias.
Desirée 3ºD (Ciencias Sociales)
2 comentarios:
Desirée, gracias por tu trabajo y esfuerzo. Tus compañeros y profesores esperamos contar con nuevas colaboraciones tuyas muy pronto; sigue adelante, gracias nuevamente.
Gracias, me sirvió para mi tarea :D
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