El verde es, por excelencia, el color más utilizado durante las fiestas de Navidad. El verde está en sus símbolos más tradicionales. En las guirnaldas, en los lazos, en las bolas, y principalmente en los árboles navideños. En estas fechas la compra de árboles naturales se incrementa notadamente gener
ando consecuencias positivas y negativas. Positivas en lo que se refiere a la decoración navideña de la casa, y negativa cuanto al daño medioambiental que causan muchas familias cuando, terminadas las fiestas, tiran el árbol a la basura. Además de eso, existe también un incremento en el gasto de electricidad generado por las bombillas de colores que son excesivamente utilizadas en las casas, jardines, y calles. Otro consumo exagerado es el de productos alimenticios. Un consumidor medio genera al día un kilo de basura doméstica durante estas fechas. Los restos acaban acumulados junto a los contenedores ya a tope de basura. La revista Consumer propone algunas sugerencias para que esta Navidad seamos todos más respetuosos con el verde y con el medio ambiente

Qué hacer con el árbol de Navidad.
En España se calcula que la producción anual de abetos y píceas supera con creces el medio millón de ejemplares. Ya no se quitan los árboles de los bosques y hay una produc
ción específica para la Navidad. En razón de eso podemos concluir que el problema ecológico no es el hecho de comprar un árbol natural ya que existe un cultivo apropiado y orientado a estas fiestas. La dificultad reside en qué hacer con el árbol tras la Navidad. En ese caso, lo más conveniente es que se busque un servicio de recogida de esos árboles para evitar que se acumulen residuos suyos por las calles o al lado de contenedores repletos. También es recomendable que cuando compres árboles de Navidad, a ser posible, elija aquellos que tienen raíz; pasadas las fiestas podrás acudir a un centro de recogida para su posterior replantación. Y si decides montar en lugar de un árbol natural uno sintético, mejor que mejor. Tu bolsillo y tu tiempo te agradecerán. Y la naturaleza también.

Qué hacer para no gastar tanta energía.
El desenfreno navideño también está marcado por la cantidad de luces brillantes que adornan
las calles, los jardines y las casas. En Barcelona, por ejemplo, las instalaciones navideñas consumen más de un millón de kilowatios tras 160 horas de funcionamiento durante casi 40 días. Todavía no existe una normativa seria y generalizada que regule la iluminación navideña, por lo que se hacen necesarias alternativas viables que fre
nen tanto gasto de energía. Se recomienda el uso de bombillas de bajo consumo, de micro-bombillas, de módulos que, sin restar calidad decorativa, reducen en un tercio el consumo eléctrico, así como un control limitado de horas de encendido. Si esas medidas fuesen adoptadas por todos los consumidores, incluidos comerciantes y administraciones locales, se notaría una reducción en el consumo, y un mayor interés por las tecnologías ahorradoras. Recuerda que las luces navideñas deben ser un elemento de decoración y no de iluminación.


Qué hacer para reciclar.
¡Cómo se nota cuando se acaban las fiestas de fin de año! Por todas partes hay un acumulo tremendo de materiales que sobran de las comidas, de la decoración, etc. Los contenedo

1 comentario:
¡Hola!
Mi compañera y yo queriamos darte las gracias por tus consejos que son bastante útiles.Lástima que lo hayamos leido tan tarde, porque algunos de ellos podíamos haberlos cumplido. Procuraremos tenerlos en cuenta el próximo año.
Publicar un comentario